Quienes somos
FERNANDO TATO
Fernando Tato es actor, director, guionista y maestro de interpretación. Licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Santiago de Compostela y en Arte Dramático por la ESAD de Galicia, completa su formación actoral en el estudio de Lorena García de las Bayonas en Madrid.
Fernando lleva más de 8 años formado actores y actrices, transmitiendo a los alumnos y alumnas la pasión por la interpretación y la necesidad de afrontar ese camino de manera comprometida y profesional.
Además de su carrera actoral (Los misterios de Laura, Pulsaciones, Lobos e Cordeiros, O Faro), Fernando es el responsable de la dirección creativa de su productora, Kraken Media, donde se encarga del desarrollo de proyectos centrándose fundamentalmente en el trabajo de guion y dirección.
ADRIÁN CASTIÑEIRAS
Adrián es actor, guionista y productor, licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra, en el grado de guion y producción. Posteriormente, Adrián comenzó una amplia formación actoral que incluye la escuela Juan Carlos Corazza de Madrid y la compañía británica Scallabouche Theatre Company centrada en el trabajo de improvisación.
Completó su formación en la escuela Atlantic Theatre Company de Nueva York, dirigida por David Mamet y William H. Macy recibiendo clases de profesores como Kate Winslet, Richard Dreyfuss, Mathew Broderick o el propio David Mamet.
Adrián tiene una extensa carrera actoral que incluye títulos como Fatum, Vivir sin Permiso, Saudade de ti, Acacias 38, Reinas, Estiba o Viradeira.
Adrián es socio fundador de Kraken Media, productora en la que desempeña labores de productor y guionista en el desarrollo de proyectos.
SUSANA SAMPEDRO
Es una actriz con una variada y extensa carrera en el teatro, cine y televisión. Realizó sus primeros años de formación en la escuela de interpretación La Lavandería en Madrid, completando sus estudios con diversos maestros y abarcando diferentes disciplinas como la improvisación, el canto, el teatro físico, etc.
Entre sus trabajos audiovisuales destacan Matria en cine y Rapa, Amar es para siempre o Serramoura en televisión. Susana es también una habitual de la escena teatral gallega destacando su participación en las obras Idiota, Invisibles o la ópera rock Vox Populi.
En los últimos cinco años, Susana ha trabajado mano a mano con Fernando en Adestramento Actoral FT, colaborando en la gestión de los grupos y el proceso formativo en general.
ALBA GALLEGO
Alba Gallego es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Santiago de Compostela y Máster en Producción y Gestión Audiovisual (MPXA) de la Universidad de A Coruña. Actualmente realiza el Programa Oficial de Doctorado en Nuevas Perspectivas en Documentación, Comunicación y Humanidades de la Universidad de A Coruña.
Alba ha trabajado principalmente como script (Fatum, Jacinto, Ons, Rapa, Marbella, La Unidad, Néboa, Vivir sin permiso…) y montadora (Flâneur en Compostela, A Lucenza dos Quesada, A entrevista, Compañeiros, Delicias Amargas,…). Forma parte de la productora Kraken Media, realizando labores de Producción Ejecutiva y Dirección de Producción.
Alba ha impartido charlas y clases en la Universidad de Santiago de Compostela, en la Universidad de A Coruña, la Escuela de Medios de La Voz de Galicia, o en institutos de educación secundaria.
FILOSOFÍA
CARTA A LOS ALUMNOS/AS POR FERNANDO TATO
La interpretación, la literatura, el cine, las historias, la estética, la música… en definitiva, el arte, me salvaron la vida. Sin todo esto yo no estaría aquí. Es a lo que me he dedicado con toda mi alma y mi corazón desde que tengo uso de razón. Primero fue la música, luego la interpretación, después se sumó la escritura y la dirección. Un montón de caras de y colores se fueron juntando y ahora convive todo junto. Mi vida ha sido un bandazo tras otro persiguiendo algo que no entendía muy bien pero que sentía que era necesario e importante: contar la historia, hacer pensar, entretener, divertir y remover, cuestionar, criticar, formar parte de algo. Durante este viaje he aprendido mucho. Una de las cosas más importantes es que el trabajo del actor y de la actriz, al igual que el del músico, el deportista, el orfebre… no se alcanza por inspiración divina. Tiene que ver con la técnica y el trabajo constante y duro. A nadie le extraña que un pianista tenga que practicar 5 horas al día (por lo menos) para ser bueno en el dominio de su instrumento, pero hay mucha gente que se extraña de que un actor o una actriz tenga que hacer lo mismo.
Hace años que dedico mi vida a depurar esta técnica, a poner nombre a cosas que cuando empecé no sabía cómo nombrar. Al igual que los maestros y maestras que yo tuve, que me encarrilaron a esta investigación que no acaba nunca, disfruto enormemente de compartir, investigar y aprender con mis alumnos y alumnas. Así, el trabajo del actor y de la actriz se pasa de unos a otros y va creciendo y perfeccionándose con el paso del tiempo. Otra cosa que he aprendido es que el actor o la actriz debe ser una esponja. Debe ser guionista, director, escenógrafo, músico, niño, niña, tirano, héroe, generoso y egoísta. Debe ser mil cosas. Creo que no debe ser solamente un o una interprete. Debe ser parte activa de la historia que está contando. Debe buscar la manera de incrustar los temas de los que se está hablando en su corazón para poder aportar algo único a la historia y a la vez debe tener la técnica adecuada para entrar en la vorágine de una industria que puede ser muchas veces una maquina de picar carne. Debe ser un artista con mil caras y mil colores, con un blindaje indestructible que lo proteja del rechazo y debe divertirse en un camino que es tan hermoso como duro. Debe ser parte de un círculo (la historia, la compañía, la película, la obra…) y trabajar para que ese círculo crezca y florezca. Recuerda: lo importante es compensar el círculo.
CARTA A LOS ALUMNOS/AS POR ADRIÁN CASTIÑEIRAS
Desde los 13 años sabía que quería dedicarme al cine. No sabía quién lo hacía, dónde se hacía ni cómo se hacía, pero sabía que quería ser parte de ese mundo de imágenes y emociones que tanto me fascinaba. Y dentro de ese universo había una figura que ya empezaba a llamarme especialmente la atención: los actores. Lo primero que hice fue lo que tenía mas a mano, meterme en el grupo de teatro del colegio y junto con un par de compañeros empezar a actuar de clase en clase. Entonces llegaron los 18 años, había que decidir qué estudiar, había que comprometerse con algo por al menos 4 años. Yo seguía intuyendo que lo mío era el cine, pero en aquel momento no tenía el conocimiento ni las herramientas adecuadas para tomar una decisión bien formada de qué y dónde estudiar. Finalmente, aconsejado por familiares y conocidos decidí estudiar Comunicación Audiovisual.
Cuando echo la vista atrás, no considero que fuera una decisión equivocada, fueron 4 años maravillosos y felices, en los que aprendí muchísimo sobre el sector audiovisual, hice amigos que hoy son mi familia y sobre todo, senté las bases de la persona que soy hoy en día. Pero lo que sí siento, es que fue una decisión tomada sin suficientes argumentos, quizá porque no encontré el lugar adecuado para que me ayudaran a entender lo que tenía dentro, que no era otra cosa que el nacimiento de una pasión. Mi ilusión es que Estudio K sea ese lugar.
Un lugar donde probar, explorar, jugar y disfrutar, donde poder entender qué es el cine y el teatro, quién lo hace, dónde se hace y cómo se hace y cuál es el papel de actor en todo esto.
Después de la universidad, más maduro y con muchos más conocimientos sobre el sector y sobre mí mismo, me lancé de lleno a la carrera actoral, lo que me llevó a formarme en diferentes técnicas y diferentes países.
En estos años, he hecho muchas cosas, tengo una interesante carrera como actor, por la que sigo trabajando día a día, tengo una productora en la que escribo y produzco, he emprendido otros negocios…, pero cuando me preguntan a qué me dedico siempre respondo lo mismo: soy actor.
Por eso, todo lo que hago, lo hago teniendo en cuenta esa esencia. Aunque la vida nos exija ser mucho más que actores, como así debe ser, esa pasión hay que mimarla. Es la pasión de un niño y ese niño merece ser cuidado todos los días.